María: Tía, ¿Dónde está mi móvil? - Levanto la camisa que dejaste encima de la mesa. Tú no le contestaste.
María: ¡Tiaaa! ¿Y mi móvil?
Tu: ¿Eh? - volviste en ti.
María: ¿Qué te pasa?
Tu: Estaba pensando en Harry. - te sonrojaste.
María: ¿te conto lo de Liam?
Tu: Si.
María: Que pena.
Tu: Si, lo paso algo mal, pero ya está mejor.
Maria: Si.
Tu: Quedo con Leona Lewis y eso.
Maria: ¿¡Con quien!? - Dijo alterada.
Tu: Bueno, bueno, ni que hubiese matado a alguien ¿Por qué te pones a si?
Maria: No, porque, porque... No tía, porque no y punto.
Le miraste con una ceja arqueada.
Maria: ¿Qué?
Tu: Ajá.
Maria: ¿Crees que me gusta?
Tu: NOOO. - Dijiste con sarcasmo.
Maria: ¿Eso fue sarcasmo?
Tu: NOOO. - Volviste con el sarcasmo.
Maria: Tu sarcasmo supera al de cualquier ser humano.
Tu: ¿Eso fue un cumplido?
María: Dejémoslo.
Tu: Vale, tema zanjado, te gusta Liam.
María te miro con una cara siniestra y algo sonrojada.
Tu: María, voy a visitar a Harry a su nueva casa.
María: ¿Se ha comprado una casa nueva?
Tu: Si ¿No lo sabías?
María: Ni idea.
Tu: Pues te invitaría a que vinieras…
María: Pero te lo quieres montar con Harry.
Tu: ¡MARÍA! ¿QUE DICES? – Te sonrojaste.
María: Nada, tema zanjado, hoy Harry te da merengue.
Saliste algo enfadada con María, pero sabias que tenía toda la razón, querías estar a solas con Harry, después de lo de ayer estas como un flan.
Llegaste a la casa y viste que Harry salía a abrirte la puerta.
Harry: Hola – Se inclino para besarte.
Tu: Cariño – Le diste un suave beso en los labios carnoso de Harry.
Harry: Entra.
Te cogió de la mano cariñosamente, entrelazando vuestras dedos. Harry tenia la mano fría, sentiste un escalofrió cuando te puso su otra mano en la cintura mientras que ibais caminando hacia la puerta, el te la abrió y viste por primera vez su casa, era enorme, te enseño todo, el salón, la cocina, los cuartos, el patio…
Tu: Es muy bonita Harry, me encanta.
Harry: Si, aunque ¿No crees que es un poco grande para mi solo?
Tu: Bueno, si quieres, yo vendré a darte compañía.
Harry: ¿Vendrás? – Se apoyo en el respaldo del sofá que estaba detrás del mientras que te cogía de la cintura y te atraía hacia el. - ¿Y para que irte y volver?
Tu: Explícamelo. – Le pusiste las manos en cada lado de su cuello, te aproximaste a él, pero sin besarle, aunque sabias que tus fuerzas intentando evitar ese beso se rendirían en cuanto te mirase dos segundos más con esos ojos verdes.
Harry: Yo no compre esta casa solo para mí, yo la compre para nosotros.
Tu: ¿Para nosotros? – Tus ojos empezaron a brillar y tu sonrisa se volvía mas grande.
Harry: Para nosotros y nuestras niñas.
Tu: ¡Un momento! – El corazón te dio un vuelco. - ¿Nuestras niñas?
Harry: Si, serán hermosas, como su madre.
Tu: Dios mío Harry, no sabes lo feliz que me haces.
Harry: ¿Y tú? ¿Tú sabes lo feliz que me haces a mi? No quiero ver como al final del día te separas de mi para irte a la universidad, no quiero estar pendiente del reloj las veinticuatro horas al día, contando los segundos que quedan para verte, quiero que estés aquí, conmigo, juntos.
Tu: Te amo *Eres perfecto joder* - Llorabas.
Harry te beso en el cuello, te presionaba a el por la cintura, tu le revolvías los rizos con las manos mientras el iba subiendo por tu mandíbula hasta llegar a tus labios, te besaba una y otra vez, no cogíais aire apenas, no queríais separaros ni un solo segundo. Te estremecías a cada beso que te daba, notabas como las mariposas de tu barriga revoloteaban de un lado a otro, necesitabas que este momento se hiciera eterno. Harry, se paró a respirar, tenía el pulso demasiado acelerado, creías que le iba a dar algo. El te cogió por la cintura y te llevo al cuarto, te dejo en la cama, te desabrochaba botón a botón mientras te colmaba a sensuales besos, tu, con dificultad le intentabas desabrochar la correa y el botón del pantalón, al final pudiste, el te sonría en los labios y os reíais de vez en cuando mientras que os besabais. Harry te quiero la blusa y el pantalón, tu le quitaste la camiseta, no te dejaba quitarle el pantalón, se levanto y se lo quito el, quedándose en boxes, os metisteis debajo de las sabanas, había menos luz, pero aun a si veías a Harry. El, con cuidado te desabrocho el sujetador y te quiero la ropa interior, el se quedo también desnudo, le pusiste las manos en la cintura y el se agacho para tener mejor postura. Te hizo suya una vez más, te estremecías a cada movimiento, sus collares acariciaban tu pecho haciendo que se te pusiese la piel de gallina, te besaba apasionadamente. Hacia demasiado calor debajo de las sabanas, sentías como te caían las gotas de sudor y a Harry mientras le acariciabas el pecho, te encantaba, no lo podías negar y eso te excitaba aun mas. El último beso fue el mejor de todos los que te había dado hasta aquel momento, sentías como se llenaba de fuerzas a cada segundo con tu beso. Parasteis, bajasteis las mantas y os abrazasteis.
Harry: ¿Entonces qué? – Te beso en la frente.
Tu: ¿Sabes que correrías un gran peligro conmigo aquí?
Harry: ¿Por?
Tu: Sabes que sería un ‘’aquí te pillo, aquí te mato’’.
Harry: Lo sé y me encantaría correr ese riesgo.
Tu: ¿Y cuando me mudare?
Harry: Hoy ¿A que esperar?
Tu: ¿Cómo? ¿Hoy? Sabes que no puedo… ¿Qué pasaría con María? Es mi mejor amiga, no la puedo dejar.
Harry: Ya hable con ella.
Tu: ¿Qué pasa? ¿Ya lo tienes todo solucionado o qué?
Harry: HAHAHA, pues si ¿Algún problema? No te va a resultar tan fácil desacerté de mi.
Tu: ¿Quién ha dicho que me quiera deshacer de ti?
Harry: Eres perfecta ¿Lo sabías?
Tu: No soy perfecta, tengo un novio PERFECTO, que es diferente.
Harry: Cállate, eres perfecta y punto.
Tu: Hazme callar.
Harry te miro y te volvió a besar dejándote sin respiración.
Tu: *OMG, RESPIRA* Dios Harry… *OTRA VEZ*
Harry: Pues eso, lo que yo decía, eres perfecta.
Harry se levanto y fue a vestirse, tu también lo hiciste y salisteis para hablar con María y el director de la Universidad para hablar del tema de estudiar en casa.
Harry: ¿Estas nerviosa?
Tu: Un poco ¿Y si me dice que no, Harry?
Harry: Te va a decir que si, créeme.
Tu: No estoy del todo segura.
Le cogiste la mano a Harry y entrasteis en el despacho del director.
D: ¿En qué os puedo ayudar? – Dijo con voz cansada.
Tu: Eh... yo… es…
Harry: -Te interrumpe- Queremos hablar sobre la posibilidad de que haga la carrera desde casa.
D: ¿Cómo? – Te miro serio.
Harry: Si, quiero que se venga a vivir a mi casa.
D: ¿Quieres hacer la universidad desde su casa?
Tu: Si.
El director se os quedo mirando con cara seria.