Os tumbasteis en la cama, sentías el aliento de Harry rozándote
la cabeza mientras que te acariciaba con una mano la mejilla y con la otra te
apretaba para que estuvieses aun más cerca del.
Tu: Debería irme a hacer las maletas.
Harry: Si, claro, llamo a los chicos para que nos ayuden.
Tu: Harry, no hace falta, solo son dos maletas.
Harry: Esta bien, vamos.
Salisteis de la casa después de haberos despedidos de todos
los chicos. Cogisteis el coche y os fuisteis para la universidad, donde para
vuestra sorpresa tus padres os esperaban en el despacho del director.
Llamaste con los nudillos fríos a la puerta del despacho del
Director y entrase con el corazón en la garganta. Vale, por parte del director
y por tu parte no había problemas y tu sexto sentido, por llamar de alguna
manera, te decía que tus padres te iban a decir que sí, pero siempre existe esa
indecisión que te entra antes de una gran decisión, y en este caso era ‘’¿Qué pasa
si o me dejan?’’. Entraste y vistea tu madre girando rápidamente la cabeza con
una sonrisa de oreja a oreja, se levanto con ganas y fue a darte un abrazo,
esos abrazos que solo una madre sabe dar y en los que te hundías mientras te
llegaba el olor único de tu madre.
Tu: Mama.- Dijiste mientras que se las lagrimas inundaban
tus ojos.
Tu Madre: Mi vida.- Te quito las lagrimas con los dedos.-
Que mayor estas ya.
Tu: ¿Qué dices? – Se te escapo una leve sonrisa.
TM: No sabes cuánto te he echado de menos.
Tu: *Y yo mama*. – Pensabas mientras le sonreías.
Tu madre fue a saludar a Harry con un abrazo y tu padre se
acerco a darte a ti otro.
Tu padre: ¿Cómo estás? – Dijo muy sonriente.
Tu: Bien papa ¿Y tú? ¿Sigues con la dieta? Porque no se
nota. – Te encantaba picarle.
TP: Un día te voy a llevar a correr conmigo, veras.
Tu: Uf, que va, eh. – Os reíais.
Tu padre miro a Harry con una sonrisa. Harry respetaba mucho
a tu padre, quería darle una buena impresión, ya que sería su suegro.
TP: Hola Harry ¿Qué tal estas?
Harry: Bien, gracias ¿Y usted? – Harry se mantenía sonriente
y amable, pero por dentro estaba hecho todo un manojo de nervios.
De repente el director entro en su despacho y os sentasteis
en las sillas.
D: Bueno, pues aquí tengo las hojas donde tenéis que firmar
para que *tu nombre* pueda ir a casa de Harry a hacer la carrera.
Tus padres se miraron y te miraron a ti.
TM: ¿Estas segura de querer hacer esto? - Te miraba con procupacion.
Tu: Nunca en mi vida e estado tan segura de algo.
TP: Es un gran paso.
Harry: Yo le acompañare en cada paso que dé, se lo prometo.
Tus padres se volvieron a mirar, tu padre asintió y tu madre
le sonrió.
TM: Esta bien cariño. – Dijo mientras firmaba.
Os levantasteis y fuisteis a hacer las maletas para ir a
vuestra nueva casa.
*Entrando en la casa*
Tu: ¿Dónde dejo las cosas?
Harry: ¿A dónde crees? – Dijo mientras subía por las
escaleras.
Le seguiste y te llevo a su dormitorio, ahora, vuestro
dormitorio.
Harry puso las mátelas en un lado de la habitación y se
acerco a ti. Te cogió de las manos y te abrazo fuerte. Tenía echado la misma
colonia que cuando os conocisteis, hacia tempo que no recordabas ese olor, te
echaste hacia atrás y miraste a Harry.
Tu: ¿Te acuerdas de hace dos años? ¿Cuándo nos conocimos en
la playa?
Harry: La semana de mi audición.
Tu: Si, recuerdo que cuando me abrazaste por primera vez
tenias puesto este perfume.
Harry: ¿Te acuerdas de eso?
Tu: Si, son de esas pequeñas cosas que te acuerdas para el
resto de tu vida. Y dime ¿Qué es lo que recuerdas de ese día?
Harry: Tu pelo oscuro, estaba mas corto de lo que esta
ahora, lo tenias echado hacia un lado y me pareció hermoso – Te echo el pelo
hacia un lado. – También recuerdo como olías, tenias un perfume de vainilla. –
Se aproximo a olerte el cuello. Sus labios rozaban tu cuello y notabas el eco
de su voz ronca.- estabas hermosa aquel día. – Te beso en el cuello.
Echaste la cabeza hacia un lado mientras cerrabas los ojos,
Harry te cogió de la cintura y te aproximo a el. Te estaba haciendo que
perdieras el control de la situación, te dejaba muy tonta cuando se ponía a si.
Harry: ¿Sabes? – Dijo riéndose y apartándose de ti.
Tu: *¿Por qué coño paras?*- Pensaste. - ¿El que se?
Harry: ¿Hacemos una comida para los chicos?
Tu: Me parece buena idea.
Harry: ¿Sabes cocinar?
Tu: Si, pero cuando este cocinando a lo mejor te grito que te vayas de mi cocina.
Harry: -Se reía- ¿Recuerdas eso también?
Tu: Hazme un examen sobre ti, que lo apruebo con un veinte.
Harry: Tu obsesión rara conmigo me pone.
Tu: ¿Yo? ¿Obsesionada contigo? No, para nada. – Te reías.
Harry miro el reloj y vio que eran las cuatro de la tarde.
Harry: Todavía es muy temprano para hacer la comida.
Tu: Si.
Harry: ¿Qué te parece si aprovechamos el tiempo?
Tu: ¿Quieres jugar a la oca o qué?
Harry: Yo pensaba en algo mas para mayores.
Tu: ¿A él trivial?
Harry: Cállate. – Se rio mientras te tumbaba en la cama y te quitaba la blusa.
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