Te besaba más y más fuerte, le agarrabas por detrás de la
camisa, no le quieras soltar, no querías que este momento se acabases nunca…
Harry: ¿Te puedo raptar y llevarte conmigo? –Dijo sonriendo.
Tu: Deberías hacerlo.
Harry: Es el mejor día de mi vida, lo puedo asegurar.
Tu: Ven… -Le dijiste mientras le cogías la mano.
Harry se sentó en la arena y tú te pusiste entre sus piernas
apoyándote en su pecho.
Tu: ¿Me vas a presentar a tus amigos? Les quiero dar la enhorabuena.
Harry: Quizás…
Tu: ¿Quizás?
Harry: Si, quizás, haber si te va a gustar uno más que yo. –Dijo
mirándote a los ojos.
Te diste la vuelta, pusiste tus manos sobre su cara y le
besaste.
Tu: Eso no va a pasar, créeme.
Harry: No sé lo que me pasa contigo.
Tu: ¿A qué te refieres?
Harry: No quiero cagarla. – Dijo haciendo una mueca con la
cara.
Tu: ¿Por qué la ibas a cagar?
Harry: No se, tú no eres como las demás.
Tu: Eso no te lo discuto.
Harry: Eres, diferente, especial, algo… no sé, algo nuevo
para mi, jamás he sentido esto por nadie. – Dijo mientras te abrazaba.
Tu: Me alegra ser especial para ti.
Harry: Siempre serás especial para mí.
Tu: Prométeme que jamás te olvidaras de mi.
Harry: Te prometo que jamás me olvidare de esos ojos, esa
cara, esos labios, ese cuerpo, nunca… porque….
Tu: ¿Por qué? Que…
Harry: Porque estoy realmente enamorado de ti.
En ese momento tus ojos se llenaron de lagrimas, Harry vio
que te tapabas los ojos con las manos, a si que te las retiro suavemente de la
cara y te beso.
Harry: No llores por favor.
Tu: No te preocupes, son lágrimas de alegría.
Harry te abrazo y os quedasteis a si un buen rato, no
hablabais solo disfrutabais de ese momento hermosos que nada ni nadie te lo podía
estropear.
A la mañana siguiente te despertaste y fuiste con tu madre
de compras, cuando salisteis del centro comercial viste a María que estaba
comprando unos helados con su novio, te acercaste a saludarles.
Tu: Holaaaaaa. –Gritaste mientras abrazabas a María.
María: Hola feaaa, me tienes que contar, eh.
Tu: Cállate, no lo digas delante de Alberto. – Dijiste aguantándote
la risa.
Alberto: ¿Qué es lo que no puede decir delante mía?
María: Nada cielo, cosas nuestras.
Tu: Si eso, bueno después te llamo y lo hablamos.
María: Vale, adiós cariño. – Dijo mientras que te abrazaba.
Alberto: Eso, y a mí ni un Hola ni dos besos ni nada, eh,
muy bonito, ya sé lo que me quieres. –Dijo enfadado, pero bromeando.
Le abrazaste con fuerza y le diste dos besos en la mejilla, María
te miraba con la cara de ‘O te quitas o te quito’ a sí que decidiste quitarte antes
de que te tirara el helado encima.
María: Eh, quita que es mío.
Alberto: Si eso, yo solo soy de María. –Dijo mientras le
abrazaba por la cintura.
Tu: Bueno, os dejos tortolitos.
Te fuiste con tu madre que te esperaba en el coche y regresasteis
a casa, dejasteis las bolsas en el salón y tu te fuiste para tu cuarto, abriste
el twitter y viste un mensaje de Harry.
-Hoy no podre verte, no me dejan salir de la casa.
Te viniste abajo, te hacía ilusión verle, pero lo
comprendiste. A si que te fuiste a la
playa a tomar un poco el sol.
Los días pasaron, veías de vez en cuando a Harry, cuando el
se escapaba de la casa o cuando le daban un rato libre iba corriendo a
buscarte.
Harry: Cielo, te tengo que decir una cosa.
Tu: Dime.
Harry: Mañana a primera hora me vuelvo a Inglaterra.
Tu: ¿Ya? ¿Tan pronto?
Harry: La semana y se nos fue volando.
Bajaste la mirada y Harry te levanto la cara con la mano.
Tu: No te preocupes, voy a estar bien. Tu ve y consigue tu
sueño, se que lo harás
Harry: Recuerda la promesa, siempre te querré.
Tu: ¿Es una despedida?
Harry: No lo sé.
Empezaste a llorar, no querías escuchar un hasta luego, no querías
una despedida, las odiabas con toda tu alma. Le besaste con intensidad, era
vuestro último beso antes de que él se fuera…
Harry: Adiós mi vida.
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