Te quedaste petrificada cuando le viste, el corazón te dio un vuelco,
notaste ese pinchazo que te recorre desde el pecho hasta la nuca y la respiración
se te disparase como una bala. «Harry...» Susurraste mientras te tapabas la
boca con los dedos de la mano. Harry levanto la cabeza, se echo el pelo hacia
un lado y te vio. Os quedasteis mirando, sin saber que decir ni como
reaccionar, tus piernas no te respondían, tu corazón iba a mil por hora y tu
cabeza te decía «Bésale» «Sal de hay».
Te echaste hacia atrás y empezaste a correr, huyendo de aquel lugar. Corrías y corrías, te metiste en una calle muy estrecha, solo había cubos de basura y unos cuanto locales cerrados con el Neón de arriba de las puertas encendido y parpadeando. Estabas algo asustada, de repente alguien te coge de la muñeca y hace que te gires.
Tu: ¿Quien eres? - Te temblaba el pulso.
Estabas muy asustada, era un hombre alto con una capucha y no parecía estar muy dispuesto a soltarte.
X: ¿Que hace una niña como tu en estos sitios? - Dijo con una voz cínica. - ¿Tus papis no te dijeron que era peligroso andar sola por la noche?
Tu: ¡No estoy sola! - Seguías temblando de miedo. En realidad si, si que estabas completamente sola, pero tenias tanto miedo que en esas ocasiones lo único que puedes hacer es mentir para salvar tu vida.
X: ¿No estas sola? - Te echo el aliento en la cara. - Yo no veo a nadie más aquí. - Sonrió.
Tu: ¡SUELTAME! ¡ME HACES DAÑO! - Saliste corriendo.
Corrías como si la vida te fuese en ello, el hombre te seguía detrás. Tú estabas corriendo con unos tacones de aguja con plataforma, sabias que en cualquier momento caerías al suelo, pero eso no te impidió seguir corriendo. Tus temores se confirmaron, te tropezaste y caíste al suelo te apoyaste en las manos y el hombre te cogió por detrás arrastrándote a un callejón aun mas oscuro tapándote la boca para que nadie te ollera.
X: ¿A donde te crees que ibas, guapa? - Se rio.
Tu: ¡SOCORRO! - Empezaste a chillar y a llorar como una loca.
X: Chilla todo lo que quieras, nadie nos va a oír. - Se acercó mas a ti empujándote al suelo.
Estaba al lado de ti cogiéndote por las muñecas, no sabia lo que iba a hacer cuando se saco una pequeña navaja del pantalón. Empezaste a llorar aun más.
X: Antes de nada, yo no tengo nada contra ti. - Dijo sonriendo.
Tu: ¡ESTAS ENFERMO!
X: ¿Yo? Bueno, quizás un poco. ¿Sabes? Aquellas preciosas macetas quedaban estupendas en tu casa, que pena que las destrozaran...
Tu: ¿¡FUISTE TÚ!? ¿¡QUE PRETENDIAS!?
X: Ya te he dicho que no tengo nada contra ti, ¡AH! Y el coche que casi os atropella, también fui yo.
Tu: ¿¡POR QUE HACES ESTO!? - llorabas.
X: Por Caroline. - Dijo sin rodeos.
Tu: ¿¡ELLA TE DIJO QUE HICIERAS TODO ESO!?
X: No, pero sé que ama a Harry.
Te resultaba delirante como puede una persona estar tan calmado antes de arrebatarle la vida a otra persona.
X: Se que Harry esta enamorado de ti, a si que como el me quito lo que yo mas amaba, yo le quitare a él lo que mas ama.
Tu: ¡NO POR FAVOR!
X: ¿Tus ultimas palabras?
Tu: ¡NO! - Llorabas de angustia.
«¡PAAAAAAM!»
El silencio se hacia con la noche. Tenías los ojos bien abiertos ¿Que pasaba?
Tu no respirabas de angustia, viste los ojos de el hombre que se cerraban, se tambaleo hacia un lado y se callo de espaldas.
Tu: ¡¡HARRY!! - Llorabas a no poder más.
Soltó un hierro, lo tiro al suelo y sonó muy fuerte. Te abrazo, estaba temblando de miedo.
Harry: Vayámonos de aquí antes que se despierte.
Tu: Si. - Dijiste temblorosa y aun llorando.
Harry llamo a la policía y vinieron en menos de cinco minutos a llevarse a tu agresor aun algo aturdido por el golpe que le dio Harry en la cabeza. Te llevaron al hospital y te dieron varios calmantes.
Harry: ¿Como estas? - Dijo dándote una botella de agua mientras que se sentaba contigo en las sillas del pasillo del hospital.
Tu: Nerviosa.
Harry: Tranquila, ese hombre jamás volverá a molestarte, te lo juro.
Tu: Si... Pero... Harry, no es eso.
Harry: ¿Entonces?
Tu: Un minuto mas y pude llegar a... - Cerraste los ojos con dolor.
Harry: ¡No! Te prometí que estando a mi lado jamás te iba a pasar nada malo.
Tu: Gracias Harry *amor*.
Harry: No me des las gracias, tu eres todo lo que necesito, si te hubiese echo algo, juro que me hubiese vuelto loco.
Tu: Abrázame, por favor. – Le decías mientras controlabas tus nervios.
Harry te abrazo fuerte con esos abrazos de osos que tanto te gustan, tenias tus labios en su cuello y olías su perfume que tanto te gusta, cerraste los ojos y dejaste que él te quitase todo el miedo con un simple abrazo.
«Te amo» Susurro Harry para sus adentros.
Te echaste hacia atrás y empezaste a correr, huyendo de aquel lugar. Corrías y corrías, te metiste en una calle muy estrecha, solo había cubos de basura y unos cuanto locales cerrados con el Neón de arriba de las puertas encendido y parpadeando. Estabas algo asustada, de repente alguien te coge de la muñeca y hace que te gires.
Tu: ¿Quien eres? - Te temblaba el pulso.
Estabas muy asustada, era un hombre alto con una capucha y no parecía estar muy dispuesto a soltarte.
X: ¿Que hace una niña como tu en estos sitios? - Dijo con una voz cínica. - ¿Tus papis no te dijeron que era peligroso andar sola por la noche?
Tu: ¡No estoy sola! - Seguías temblando de miedo. En realidad si, si que estabas completamente sola, pero tenias tanto miedo que en esas ocasiones lo único que puedes hacer es mentir para salvar tu vida.
X: ¿No estas sola? - Te echo el aliento en la cara. - Yo no veo a nadie más aquí. - Sonrió.
Tu: ¡SUELTAME! ¡ME HACES DAÑO! - Saliste corriendo.
Corrías como si la vida te fuese en ello, el hombre te seguía detrás. Tú estabas corriendo con unos tacones de aguja con plataforma, sabias que en cualquier momento caerías al suelo, pero eso no te impidió seguir corriendo. Tus temores se confirmaron, te tropezaste y caíste al suelo te apoyaste en las manos y el hombre te cogió por detrás arrastrándote a un callejón aun mas oscuro tapándote la boca para que nadie te ollera.
X: ¿A donde te crees que ibas, guapa? - Se rio.
Tu: ¡SOCORRO! - Empezaste a chillar y a llorar como una loca.
X: Chilla todo lo que quieras, nadie nos va a oír. - Se acercó mas a ti empujándote al suelo.
Estaba al lado de ti cogiéndote por las muñecas, no sabia lo que iba a hacer cuando se saco una pequeña navaja del pantalón. Empezaste a llorar aun más.
X: Antes de nada, yo no tengo nada contra ti. - Dijo sonriendo.
Tu: ¡ESTAS ENFERMO!
X: ¿Yo? Bueno, quizás un poco. ¿Sabes? Aquellas preciosas macetas quedaban estupendas en tu casa, que pena que las destrozaran...
Tu: ¿¡FUISTE TÚ!? ¿¡QUE PRETENDIAS!?
X: Ya te he dicho que no tengo nada contra ti, ¡AH! Y el coche que casi os atropella, también fui yo.
Tu: ¿¡POR QUE HACES ESTO!? - llorabas.
X: Por Caroline. - Dijo sin rodeos.
Tu: ¿¡ELLA TE DIJO QUE HICIERAS TODO ESO!?
X: No, pero sé que ama a Harry.
Te resultaba delirante como puede una persona estar tan calmado antes de arrebatarle la vida a otra persona.
X: Se que Harry esta enamorado de ti, a si que como el me quito lo que yo mas amaba, yo le quitare a él lo que mas ama.
Tu: ¡NO POR FAVOR!
X: ¿Tus ultimas palabras?
Tu: ¡NO! - Llorabas de angustia.
«¡PAAAAAAM!»
El silencio se hacia con la noche. Tenías los ojos bien abiertos ¿Que pasaba?
Tu no respirabas de angustia, viste los ojos de el hombre que se cerraban, se tambaleo hacia un lado y se callo de espaldas.
Tu: ¡¡HARRY!! - Llorabas a no poder más.
Soltó un hierro, lo tiro al suelo y sonó muy fuerte. Te abrazo, estaba temblando de miedo.
Harry: Vayámonos de aquí antes que se despierte.
Tu: Si. - Dijiste temblorosa y aun llorando.
Harry llamo a la policía y vinieron en menos de cinco minutos a llevarse a tu agresor aun algo aturdido por el golpe que le dio Harry en la cabeza. Te llevaron al hospital y te dieron varios calmantes.
Harry: ¿Como estas? - Dijo dándote una botella de agua mientras que se sentaba contigo en las sillas del pasillo del hospital.
Tu: Nerviosa.
Harry: Tranquila, ese hombre jamás volverá a molestarte, te lo juro.
Tu: Si... Pero... Harry, no es eso.
Harry: ¿Entonces?
Tu: Un minuto mas y pude llegar a... - Cerraste los ojos con dolor.
Harry: ¡No! Te prometí que estando a mi lado jamás te iba a pasar nada malo.
Tu: Gracias Harry *amor*.
Harry: No me des las gracias, tu eres todo lo que necesito, si te hubiese echo algo, juro que me hubiese vuelto loco.
Tu: Abrázame, por favor. – Le decías mientras controlabas tus nervios.
Harry te abrazo fuerte con esos abrazos de osos que tanto te gustan, tenias tus labios en su cuello y olías su perfume que tanto te gusta, cerraste los ojos y dejaste que él te quitase todo el miedo con un simple abrazo.
«Te amo» Susurro Harry para sus adentros.
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