Hear Me - Capítulo 18

Tu corazón latía con un ritmo frenético dentro de tu pecho, te ahogaba aquel nudo que se había formado en tu garganta por aquel momento de histeria. Sentías como los músculos de la barriga se contraían causándote un dolor agudo.

 ''No seas cobarde'' - Piensas entre lágrimas. 

Tragaste saliva, apretaste los dientes, inspiraste profundamente y cerraste los ojos en un intento de pasar aquel dolor lo más antes posible. 

[FLASBACK]

Viste a tu madre sentada en la cocina, con un baso de café humeante, te acercaste a ella y te sentaste a su lado.

Tu: ¿Estas bien mamá? 

Tu madre: Si hija. - Te sonrió ocultándote algo detrás de aquellas palabras.

Tu: No me mientas. 

Tu madre: Nada mi vida, solo pensaba en lo rápido que se pasa el tiempo.

Tu: Si, se pasa rápido.

Tu madre: Parece que fue ayer cuando te ponías a bailar delante de papá y de mi. 

Tu: Dios, que vergüenza, calla. - Te reíste. 

Tu madre: Y ahora mira, estas a dos pasos de conseguirlo.

Tu: Aun tengo que pasar la audición mamá, no sé si lo haré. 

Tu madre te miró sonriendo, te cogió la mano y te susurró ''Mi niña pequeña va a conseguir su sueño, una madre siente esas cosas.''

Tu: Me verás en los shows bailando. - Sonreíste.

Tu madre: Te acompañaré donde quieras que tu estés. 

Tu: ¿Me lo prometes?

Tu madre: Cuando caigas, cuando te levantes, cuando sufras, cuando llores, cuando llegues a lo más alto, siempre estaré apoyándote mi vida, te lo prometo. Y tu ¿Me vas a prometer a mi que jamás te rendirás? 

[FIN FLASBACK] 

Tu: Te lo prometo. - murmuraste. 

Soltaste el cuchillo en la encimera y tus piernas flaquearon hasta que te derrumbaste en el suelo. Te quedaste unos minutos en el frío suelo de mármol  apoyada en los cajones y abrazando tus piernas. No llorabas, no reaccionabas, solo mirabas el cuchillo de lejos con rabia. 

''No me voy a rendir mamá, te lo prometo.'' 

Te levantaste y corriste hacia tu cuarto, cerraste la puerta, abriste el balcón y el frió aire londinense te recorrió cada milímetro de tu piel purificándote. 

Fuiste haca tu armario para sacar la ropa de baile, la metiste en tu mochila con fuerza, la cerraste y saliste corriendo hacia el auditorio en el cual empezó todo. Fuiste a paso ligero y en unos quince minutos llegaste. Te paraste justo enfrente de el auditorio, mirando tu reflejo en aquellas inmensas puertas de cristal en las cuales meses antes cientos de chichas se amontonaban por ver a sus ídolos. Miraste hacia arriba y viste el cielo cubierto de nubes, cerraste los ojos al echar la cabeza hacia atrás y notaste como las suaves gotas de lluvias caían sobre tu cara. Volviste a mirar hacia las puertas y empezaste a andar hacia ellas, las abriste cuidadosamente y entraste. Aquel lugar era inmenso, sus pasillos podían ser como un laberinto si no tenías cuidado por donde vas. Fuiste hacia el escenario principal, no había nadie, tan solo tu subconsciente y tú.

''Yo puedo, yo sé que puedo.'' - Murmurabas. 

Encendiste tu aparato para poder oír algo mejor la música, aunque a veces te resultaba en vano. Cerraste la puerta por donde se entraba, fuiste a por tu pendrive y lo enchufaste a los altavoces, de repente oíste como la música de la cual apenas podías percibir ni un solo sonido, resonaba dentro de tu cuerpo. Tocaste temblorosa los altavoces y suspiraste para quitarte los nervios. 

''Yo puedo, yo sé que puedo''. - Volviste a murmurar. 

Tragaste saliva y tu corazón se aceleró a mil. Te separaste de los altavoces y te quedaste en medio de todo el escenario. 

''Tú puedes''. - Pensó Niall viéndote de lejos.


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