Hear Me - Capítulo 27

Intentaste retener la mirada penetrante de Niall en tus ojos, fue un intento fallido, tragaste saliva y miraste hacia otro lado intentado recuperar el equilibrio al ponerte de pie.

Niall: Hola preciosa - Se mordió el labio inferior reteniendo las ganas de besarte.
Tu: Dios mio Niall - Decías aun sin poder mirarle -. ¿Qué haces aquí? - Te apartaste un mechón de la cara.

Él miró hacia los guardaespaldas que estaban justo detrás del antes de volver a posar sus ojos en tus labios.

Niall: ¿Podemos irnos a otro lugar?
Tu: Ni-Niall, yo... no puedo, mi padre está esperándome.

Te preguntabas por qué te ponías tan nerviosa al verle si le habías visto millones de veces. Tenías tantas ganas de tenerle entre tus brazos de nuevo y de besarle... pero no, no era el momento, había demasiados ojos posados en vosotros.

Niall: - suspiró -. Joder, quiero estar contigo ya - Masculló.
Tu: Y yo - Le sonreíste -. Tienes que explicarme que demonios haces aquí y porqué no me has dicho nada.
Niall: Por lo mismo que tu no me has dicho que venías - Volvió a clavar sus ojos en ti.

Tu móvil empezó a vibrar en tu bolsillo trasero, diste un salto del susto. Niall sonrió pícaramente mientras te veía rebuscar en tus bolsillos traseros el pequeño aparato del demonio. Dibujaste el patrón y viste que tenías un WhatssApp.

| Papá |
- ¿Dónde estás? Estoy fuera esperándote, pero hay mucha gente, si quieres entro a buscarte. 8:55.

«Mierda» una punzada de nervios volvió a apoderarse de ti. No querías que tu padre te viera con Niall, o por lo menos no por ahora.

Tu: Dame tu móvil - Le tendiste la mano.

Él sin pensarlo dos veces lo sacó y te lo entregó. Miraba atentamente lo que hacías con su iPhone aunque tú no le dejabas ver mucho. Después de haber terminado se lo entregaste de nuevo.

Niall: ¿Que hiciste? - Achinó los ojos.
Tu: Te dejé mi dirección, pero te lo advierto Niall, avísame siempre que vengas.
Niall: La gracia está en la sorpresa.
Tu: Niall - No pudiste retener las ganas de reírte -. Tonto, lo digo en serio - Aun que le estabas hablando seriamente tu tono de voz era muy animado, sin duda verle ahí junto a ti de nuevo te llenaba de alegría - Me tengo que ir ya... adiós Niall.

Levantó su mano izquierda hasta tu mandíbula para atraerla hacia él, cuando apenas os separaban milímetros se paró dejándote con ese ardor en los labios que solo te podrías quitar si le besabas.

Niall: Hasta luego, princesa - Susurró.

Sacudiste la cabeza volviendo en ti, pestañeaste un par de veces hasta que por fin te diste cuenta de que casi besas a Niall en público. La simple imagen de que la gente os viera hacía que el rubor de tus mejillas aumentara. Le dedicaste un cálida sonrisa mientras agarrabas tu maleta para irte.


Viste al otro lado del aparcamiento un hombre alto, trajeado y minuciosamente peinado, al instante supiste de quien se trataba. Aceleraste tu paso hasta llegar hacia él y abrazarle.

Tu padre: Hola hija, ¿qué tal el viaje?
Tu: Bien, papá, aunque creo que te has excedido demasiado... no hacía falta que me cogieras la clase vip.
TP: Quería que te sintieras bien - Dijo cogiendo tus maletas y llevándolas hacia la parte trasera del coche.
Tu: Si y gracias, pero no quiero que gastes tu dinero innecesariamente - Le seguías con la mirada.

Tu padre se quedó en silencio mientras montaba las maletas en el coche, cerró la puerta de un portazo y se dirigió de nuevo hacia donde le habías visto por primera vez. Le mirabas algo confusa ¿Habrías dicho algo mal? Tu padre descansó la espalda sobre la puerta del coche.

Tp: La última persona que me dijo eso fue tu madre.

Arrugaste el entrecejo al pensar que se había puesto de los nervios tan solo porque le recordaras a tu madre.

Tp: Está bien, ni si quieras has pasado diez minutos conmigo y ya estamos mal.
Tu: Yo no lo estoy.
Tp: Pensé que si... - Se quedó mudo al ver como le mirabas.

Diste la vuelta al coche para subir por la puerta del copiloto. Por el rabillo del ojo viste a tu padre entrar y ponerse el cinturón a la misma vez que él miraba si tu lo tenías puesto. Pusiste los ojos en blanco ante ese hecho «Por el amor de Dios, no tengo diez años» pensaste. Tu padre te miraba como si fueras un libro, estaba pendiente de cada detalle y sabías porqué te miraba así cuando apartó el pelo que te cubría el aparato.

Tp: Odio como te queda - suspiró.

Te incomodaste un poco ante su revelación. Te moviste en el asiento para deshacerte de su mano tocando tu aparato inspeccionadolo al completo.

Tp: Perdón, se que no te gusta.
Tu: N-no pasa nada - Giraste tu cabeza hacia la ventanilla para evitar su mirada.

Al hacerlo viste un coche negro muy familiar como a unos veinte metros de donde os encontrabais tu padre y tú. Dentro del coche tu padre seguía hablándote aunque tú a penas le escuchabas. No dejabas de mirar aquel coche negro ¿De que te sonaba tanto? Las ventanas estaban totalmente tintadas y eso te impedía más la visión cuando querías averiguar si había alguien dentro. Viste como la ventanilla de aquel coche bajaba, achinaste los ojos cuando de repente los abriste como platos, sin ninguna duda, era el coche de Niall.

Tp: Eh ____, ¿estás bien? - Te agarró de la muñeca para traerte de nuevo a la conversación con él.
Tu: ¿Q-que? Oh... si, perdona papá.
Tp: ¿Qué mirabas con tanto...
Tu: Nada papá, nada, creía haber visto a alguien pero no... - Le interrumpiste nerviosa.

Tu padre hizo un gesto de incomprensión mientras arrancaba el coche. Por el espejo retrovisor viste como los faros del coche de Niall se encendían a la misma vez que los de tu padre ¿Te iba a seguir? De nuevo un mar de mariposas recorrió toda tu barriga. El motor del coche se puso en marcha salisteis de aquel oscuro aparcamiento. Bajaste la ventanilla para hacer que el aire entrara dentro del coche y así romper el silencio que se había creado entre vosotros dos. Sacaste la mano por la ventanilla para hacer olas entre el aire que empujaba tu mano a gran velocidad, te encantaba notar que tocabas el aire mientras que lo dejabas escapar entre los huecos de los dedos, tu padre te miró y sonrió  al verte tranquila. Tu padre paró el coche delante de una enorme casa que estaba en el centro de una urbanización de la cual recordabas. Te bajaste del sin dejar de mirar aquella casa. Tu casa. Cerraste la puerta y te dirigiste al pequeño caminito formado por largas y finas rocas minuciosamente colocadas entre aquel césped hacia llegar hasta las puertas de tu casa, tiempo atrás hubieras jugado a pisar las lisas y finas rocas con cuidado de no pisar el césped, al recordarlo una pequeña sonrisa se pudo vislumbrar en tu cara. Tu padre llegó por detrás con tus maletas, abrió la puerta y tendió la mano hacia dentro de la casa para que entraras tú primero. Agradeciste el gesto con una sonrisa.
Un olor familiar inundó tus sentidos llenándote de recuerdos. Fuiste hacia el salón, estaba exactamente igual que el día en que lo dejaste, las fotos encima del mueble de la televisión, una mesa enorme presidiendo la sala, unos pequeños sillones a un lado para tener un espacio más acogedor... todo estaba exactamente igual... como si nada hubiera pasado, como si todo siguiera igual. Miraste a tu padre subiendo las escaleras hacia la parte de arriba, le seguiste apresurándote detrás del. Pasaste por delante de la habitación de tus padres cuando te paraste en seco al ver un vestido de tu madre colgado en el respaldo de una silla, un escalofrío recorrió las puntas de tus dedos cuando te acercaste a tocarlo, lo agarraste con fuerzas y te lo acercaste a la cara para olerlo... hacía tanto que no recordabas su aroma, era indescriptible, el mejor perfume que jamás se había creado. Abriste los ojos en un suspiro mientras dejabas el vestido tal y como estaba en la silla. Saliste del cuarto cuando sin querer te chocaste con tu padre.

Tu: Oh... perdón papá - Dijiste preocupada.
Tp: No pasa nada cielo, pero ten más cuidado.

Asentiste sonriendo.

Tp: Por cierto ____, tengo que ir a la oficina.
Tu: ¿Qué? - Tu enfado se podía ver a través de tus labios fruncidos.
Tp: Sabes como es mi trabajo.
Tu: Pero yo quería pasar el día contigo, papá, como tú dices no llevo ni medio día aquí.
Tp: Lo siento tesoro, haré lo posible por terminar cuanto antes y venir.

Suspiraste dejando ver tu desaprobación. En ese momento Niall pasó por tu mente como una ráfaga de viento. Podrías aprovechar para verle.

Tu: Bueno, no importa.
Tp: El domingo lo pasaré entero contigo.
Tu: ¿El domingo? Pero eso de dentro de cuatro días - Dijiste con asombro.
Tp: Cielo, lo siento.

Viste con la sinceridad que te dedicó esa frase, le apretaste la mano y le perdonaste, en cierto modo lo comprendías. Tu padre se fue a su despacho dejándote a solas en la puerta de tu habitación. Palpaste el pomo y lo giraste abriendo la puerta sintiendo un chirrío familiar. Lo primero que viste fue un póster de One Direction justo enfrente de ti, al fijarte en Niall sonreíste como una tonta. Cerraste la puerta detrás de ti entrando aún más en la habitación. Veías los CD's en las estanterías blancas, todos los libros que te habías leído hasta el momento, tu antiguo escritorio y tu armario vacío. Cogiste los CD's buscando uno en especial, rebuscaste entre los que tenías hasta encontrarlo ''Up All Night''. Rozaste las yemas de tus dedos sobre la portada del álbum. Un pequeño suspiro cayó de tus labios.

Tp: Cariño, me tengo que ir - Gritó apara que le escucharas mejor desde abajo.
Tu: Vale, ten cuidado, adiós.

Apenas sentiste el portazo que tu padre dio al salir.
A los cinco minutos notaste como el móvil volvía a vibrarte en el bolsillo, lo sacaste y viste la notificación.

| Niall |
- Bonita casa. 9:36
| Tú |
- ¿Cómo? ¿Dónde estás? 9:36
| Niall |
- ¿Tú dónde crees? Ábreme la puerta baby. 9:38

Corriste hacia la puerta y la abriste, al otro lado viste a Niall con sus gafas de sol y su sonrisa iluminado aún más tu día.

Tu: Oh, Dios mio - Agarraste desesperadamente de la mano a Niall para meterlo dentro de la casa.

Cerraste la puerta y Niall te puso contra ella sujetándote para inmovilizarte, el juego empezaba ahí.

Niall: Mmm, bonita casa.
Tu: A que si - Le respondiste con aire juguetón.

El te apretaba las muñecas contra la puerta, eso te estaba incomodando un poco así que te intentaste mover hacia un lado pero no pudiste ya que Niall te sujetaba con mucha fuerza. Sin querer al moverte le rozaste la entrepierna con tu cintura lo que le provocó un gemido ronco.

Niall: Mmm, Dios, no hagas eso, no llevo protección encima.
Tu: Ugh, Niall eres tonto -  Te reíste.

No lo hiciste con intención pero te alegraste de haberlo hecho. Niall se apartó dejando tus manos libres, se quitó las gafas dejando ver sus perfectos ojos azules. Cada vez que le mirabas te parecía más hermoso. Te puso sus manos en tu cintura atrayéndote a él, rozó la punta de su nariz con tus labios y le diste un leve beso.

Niall: No te vuelvas a separar de mi - Juntó su frente a la tuya -. No sabes cuanto he necesitado tu calor.
Tu: Bésame - Le suplicaste.


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