One Direction Novelas



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sábado, 21 de septiembre de 2013

Forbidden - Capítulo 6

Harry sacó de su bolsillo un juego de llaves plateadas, las hizo sonar para encontrar la adecuada y luego metió una de ellas en la cerradura haciéndola girar, haciendo que mis nervios estallasen en mil pedazos al ver como la puerta negra se abría, iba a entrar a su casa, para dormir, una noche como esta: lluvia, truenos, oscuridad... una noche perfecta para dormir abrazada a alguien, aunque claro, eso ya sería demasiado pedir. Él tendió una mano hacia adentro « Las señoritas primero » y como tal acepté su oferta con una sonrisa de agradecimiento. Me adentré en aquella casa a oscuras, sabiendo que Harry pisaba mis talones, podía estar segura. Él encendió la luz del pequeño recibidor de la entrada, mis ojos tardaron un par de segundos en acostumbrarse a esta nueva claridad no deseada, me dolían. Giré mi cuerpo hacia el hombre alto y fuerte que tenía a mis espaldas, Harry, se estaba quitando la chaqueta aun mojada, por favor, es tan sexy. No puedo definir sus rasgos como de enfado, ya que no creo que esté enfadado conmigo, o con alguien, pero si he de admitir que desde que le conocí, casi nunca cambiaba aquella expresión seria. ¿Por qué? Con lo hermoso que se le ve al sonreír. Quiero abrazarle, quiero besar aquel rasgo serio para que sonría.

- ¿Qué pasa? - Preguntó él.

Me di cuenta que estaba sonriendo inconscientemente y al percatarme de esto casi me derrito por el calor rojizo que emitían mis mejillas, tierra trágame. Intenté evadir aquella pregunta mientras me quitaba el bolso y el abrigo para dejarlo en una pequeña percha que Harry tenía en la entrada.

- Ven - Impuso él.

Le seguí de cerca hacia donde él me guiaba. Mi corazón iba a estallar en mil pedazos, mis nervios eran como una bomba de relojería, notaba como la tensión aumentaba dentro de mi cada vez que nos acercábamos al lugar donde creo que estaban las habitaciones. Su gran mano se apoderó del pomo dorado y lo giró para abrir la puerta de una gran habitación, entró y encendió la luz, me decepcioné al descubrir que era la habitación de invitados, supongo que tendría que haber imaginado algo así y no que me iba a dejar dormir con él ¿Soy estúpida o qué? Se giró hacia mi cuando terminó de abrir las cortinas, quedándose unos segundos admirando el paisaje oscuro y lluvioso a través de las ventajas salpicadas por gotas.

- Si necesitas algo yo estoy a cuatro habitaciones de aquí - Caminó hacia mi.

¿A cuatro habitaciones de mi? No se si estoy mas sorprendida por la cantidad de habitaciones que tiene esto o por el hecho de que me sienta tan mal al saber que él estará tan lejos de mi en un mismo sitio. Asentí sin pronunciar palabra alguna mientras él me miraba con sus ojos serios proyectados hacia los míos, esa manía me mata a la vez que me excita. Aparté mi vista de la suya, no pude aguantar, ¿en qué estaría pensando mientras me miraba de esa forma? Inició su camino hacia la puerta, yo no me podía aguantar más, tenía que hablar con él de algo, quiero saber algo.

- Harry - Cogí su brazo y al instante el se paró moviendo el brazo para quitarlo de mi mano.
- ¿Qué? - Se pasó su mano derecha por su pelo para peinárselo revoltosamente hacia atrás.

Creo que lo hace adrede, quiere ver como me desintegro cada vez que él hace eso. Pestañeé un par de veces retomando la respiración y soltándome el labio inferior que inconscientemente me había mordido. No sé por dónde empezar, quiero saber tantas cosas, tengo tantas dudas, pero seguro que él las iba a evadir todas, ¿Qué puedo hacer para que Harry no lo haga? ¿Para que no se marche? Quise tomarme unos segundos para pensar.

- ¿Puedo preguntarte algo? - Dije confiada, ocultando mi ser asustado detrás de mi falso papel.

Se encogió de hombros y luego se giró hacia mi al completo. Su figura era imponente, le notaba como una figura de piedra irrompible y ese era su caparazón, pienso que así era él, ve el peligro y se esconde, no como un cobarde, sino para que ningún dardo le afecte. Esto me va a costar.

- ¿Por... por... - Mi confusión era formada por todos los flashbacks que se amontonaban en mi mente, tantas preguntas a la vez eran como una sobre carga -. ¿Por qué... hiciste l-lo de esta tarde, Harry? - Tragué saliva mientras decidí no fijarme en su cara, me sentía extrañamente incómoda.

Decir que él empezó a hablar justo en el instante en el que yo le pregunté habría sido muy fácil y como Harry es de todo menos fácil, cosa que me he dado cuenta en estos días, no habló, tan solo me miraba. Pasaron segundos, eternos segundos hasta que decidió entrar en la conversación.

- Se suma a la lista de cosas que no deberían de haber pasado - Respondió.

Levanté lentamente mi cabeza hacia él, intentando asimilar lo que había dicho, cual me dolió como si me hubiera arrancado algo importante de mi alma. Me sentía vacía ante esas palabras, ¿no le gustó? imposible, es imposible, si no le hubiera gustado no me habría besado de esa manera, ¿no? Estoy completamente perdida.

- ¿Qué? - Pregunté con dolor y asombro en la palabra -. ¿Cómo que no debió pasar? Harry...- Me interrumpió.
- Samantha, basta - Figura de piedra había articulado la frase final.
- ¡Pero Harry! - Protesté al segundo.
- ¡Basta! - Gruñó él dejándome helada.

Me quedé muda en el sitio, mi corazón era un motor desenfrenado y asustado. No podíamos dejar de mirarnos el uno al otro con asombro y con la respiración agitada, sus ojos intensos me asustaban, pero no me daba miedo, yo no soy tan fácil de callar y menos cuando me enfadan. Di un paso hacia él, pero Harry repentinamente dio otro hacia atrás, al ver que no me quería tener cerca casi me derrumbo en el sitio ¿cómo puede ser así conmigo? Yo solo quiero que por una maldita vez sonría, que se sienta agusto a mi lado, que no me tema como parece que lo hace.

- Harry... No - Susurré.

Él ni se inmutaba, parecía que no tenía corazón. Yo lentamente me estaba consumiendo por el dolor y angustia que oprimían mi pecho.

- Por favor - Le tendí la mano en una súplica.

Mi mano quedó suspendida en el aire por unos segundos, pero al ver que Harry se negaba a cogerla, la cerré en un puño, sintiendo como la fuerza con la que cerraba esta mano hacía que temblase al mismo momento que la llevaba hacia mi vientre y la retenía contra él. No pude aguantar más, era un dolor de cabeza hablar con alguien así, es desesperante, realmente desesperante. Me abrí paso dándole en su hombro con el mío y saliendo de aquella habitación, decidida a irme. Mis nervios, mi furia, mi ira, mis sentimientos, todo estaba quemándome dentro de mi ser, tanto que no podía pensar en otra cosa que no fuese en las ganas de darle un puñetazo a Harry. Mi corazón dolido iba a mil por hora, mi angustia por no poder hacer nada volvía a apoderarse de mi pecho. Corrí por el pasillo hacia la salida, cogí mi bolso y mi abrigo dando un tirón en la percha y abría la puerta decidida a marcharme, y así hubiera sido de no ser por Harry y su fuerza descomunal cerrando la puerta de un portazo y cogiéndome con una mano por la cintura.

- ¡Harry! - Grité cuando sentí como me retenía entre él y la puerta.

Pataleaba con todas mis fuerzas, pero eso solo servía para que el agarre de Harry apretara mas mis caderas. Sentía como su pecho subía y bajaba duramente contra mi espalda mientras intentaba inmovilizarme, pero no soy una presa fácil. Intentaba echarme hacia atrás empujando mi espalda en su pecho.

- ¡Para, Samantha! - Protestaba él.
- ¡Suéltame! - Gritaba yo.

Tiré mi bolso y mi abrigo al suelo para ganar mas ventaja, intenté forcejear lo mas que pude para liberarme de él, pero no lo conseguí, su brutalidad superaba la mía. Yo estaba empezando a sollozar y no era por que él me estuviera haciendo daño, más bien por la impotencia que sentía, esta situación era una de las peores que había tenido con él. Harry, al darse cuenta de que estaba llorando me dio la vuelta y me dejó en la puerta, pero sin llegar a soltarme, yo ya era un peón a su antojo. Mi cabeza agachada buscaba algún sitio para esconderse, no quería que me viera así.

- ¿Samantha? - Quiso saber Harry si estaba bien.
- No Harry - Le empujé aunque el efecto fue casi nulo -. Déjame en paz.

Levanté mis manos hacia mi cara para cubrirme con ellas. Cada parte de mi ser se podía resumir en un mismo sentimiento: Impotencia. Odiar y sentir algo tan fuerte por una persona tiene que ser insano, pero sobre todo tiene que serlo si esa persona no siente nada por ti y tú sigues haciéndote daño pensando en que él si que siente algo por ti, cuando en realidad solo juega contigo. Y Harry está jugando conmigo. Es insano: no me importa. Le tengo cerca de mi, con eso me sobra.
Sentí como apoyaba su frente en el hueco de mi hombro, ladeando mi cabeza inclinada un poco hacia la derecha, el gesto me pilló totalmente desprevenida, ¿Qué hace? ¿Ahora me abraza? ¿Y por qué siento la necesidad de juntarle aun más a mi? Él quitó mis manos de mi cara y las pasó por su cuello, incitándome a seguir por él hacia entrecruzar los dedos por detrás, cosa que hice sin dudarlo. No pude evitar tirar de él hacia abajo, tan solo un poco mas abajo, estoy tan desesperada por sentir su respiración en mi piel húmeda por las lágrimas.

- ¿Por qué me haces esto? - Sollocé juntando nuestras frentes.
- Perdóname, Samantha - Masculló apretando los ojos.
- ¿Qué te hice yo? ¿Qué te hice? - Apreté mis dedos.

Negó con la cabeza.

- No quiero hablar del tema, no fue esta mi intención, no quería esto - Susurró.

Pasé mi lengua por mi labio inferior y bajé el cuello de Harry para juntar sus labios con los míos, sintiendo una explosión de placer recorriendo por todo mi pecho. Pequeños gemidos se escapaban de mis labios al sentir como Harry intensificaba el placer con sus duros besos, yo jamás había experimentado algo tan fuerte como sus besos, me dejaban completamente colocada, una perfecta droga. Sus grandes manos me atraían a él en caricias, juntándome con su fuerte cuerpo, sin dejar espacio alguno para el aire. Subí mis dedos un poco mas arriba de su cuello y los enredé con sus rizos mientras le hacía estar más cerca de mi. Sentí como sus manos bajaban descaradamente hacia mi trasero y lo apretaba para cogerme y subirme a él, no tuve más remedio que agarrarme fuerte a sus hombros y pasar mis pies por detrás de su cadera, pensaba que me iba a caer cuando me levantó, pero al sentir su fuerte brazo haciendo fuerza supe que no me dejaría caer. La puerta fría en mi espalda hacía un efecto contraste y estremecedor con el cuerpo de Harry emitiendo calor. Un gemido ronco resonó en la garganta de Harry, doblando la intensidad de mi excitación, dios, que gemido. Mi boca se abrió buscando aire, momento que Harry aprovechó para bajar con sus besos húmedos por mi mandíbula siguiendo hacia mi cuello. Era incapaz de controlar mis jadeos al sentir como su boca besaba mi base del cuello, como sus dientes daban pequeños mordiscos en él, como sus rizos hacían cosquillas al rozar en mi mandíbula. Mis dedos se costreñían en sus hombros sin querer. Apartó su boca de mi cuello dejando un suave último beso encima de mi irritada piel no acostumbrada a ser apasionadamente maltratada de esta manera. Aun me sostenía encima de él, volviendo a apoyar su frente en mi hombro, recuperando el aire, yo estaba completamente desorientada, casi mareada por mi inestable espiración en estos últimos minutos. Lentamente me bajó y volví a sentir el suelo debajo de mis pies, levanté mis manos hacia su cara y la reduje a la mía para poder mirarle fijamente: tenía los ojos cerrados y los labios rojizos por la pasión que había puesto en besarme, abrió los ojos tranquilamente, me pareció el hombre mas hermoso y sexy del mundo en aquel momento, ¿cómo alguien humano podía tener estas fracciones tan bien definidas? Ser tan hermoso debería de estar prohibido.

- Duerme conmigo - Su voz ronca hizo mella en mi.

Inspiré duramente al oír su proposición, que más bien fue una orden. Asentí bajando mis manos por su pecho y por su vientre, al hacerlo noté como se agitaba un poco ¿Don figura de piedra tenía cosquillas? Reí cuando me di cuenta de que así era. Inesperadamente el soltó una bocanada de aire en una sonrisa, seguida de un beso en mis labios, oh dios, me tiene completamente derretida, su sonrisa es maravillosa, sus hoyuelos se habían marcado dejando ver sus perfectos dientes blanquecinos. No pude aguantarme y me sumí en él dándole un abrazo, aunque duró apenas segundos porque él se movió para que pudiéramos ir a su habitación. Cogió mi mano entre la suya y cruzó los dedos, con su roce daba pequeños escalofríos a lo largo de mi mano. Estoy mucho más que nerviosa. Pasamos la habitación de invitados y seguimos el pasillo hacia su habitación. Entramos en ella a oscuras, no quiso encender la luz y yo tampoco quise encenderla, a parte de que aunque fuese de noche se veía bien ya que no tenía cortinas ni persianas, tan solo unos grandes ventanales que daban vistas al lago Doonen, estas vistas eran de un privilegiado, me encantaba.

- ¿Que lado quieres? - Preguntó Harry.

Me volví hacia él, cada vez que le miro siento que mi corazón se va a salir de mi pecho.

- Izquierda - Dije sonriendo.

Harry asintió alzando las cejas ¿qué era tan divertido? Me dirigí hacia el lado de la cama y me senté para quitarme los zapatos, vi a Harry por el rabillo del ojo quitarse la camiseta y desabrocharse el cinturón ¿iba a dormir en boxers? Apreté los ojos mientras sonreía a escondidas de él.

- ¿Quieres una camiseta? - Me preguntó.

Negué con la cabeza, si él iba a dormir en boxers yo podía dormir en ropa interior ¿no? Noté como Harry se metía en la cama mientras yo me quitaba la camiseta para quedarme en sujetador. Él no veía mi cara ya que estaba de espaldas a él y menos mal, porque estaba completamente roja. Decidí levantarme para quitarme el pantalón, alcé mis manos hacia el botón para desabrocharlo y bajé con cuidado la cremallera, mi respiración era casi igual de irregular que antes, tenía mucha vergüenza, aunque por otro lado sentía mi excitación crecer.

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12 comentarios:

  1. Es mas que perfecta, como siempre. Quiero que sepas que escribes G-Niall y no exagero.

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  2. Dioses quiero saber q pasa. Me estas matando. Es perfecta :)

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  3. IRENE, VAS A TENER QUE IR FIRMANDO YA TUS NOVELAS, TIENES TODO MI APOYO CARIÑO, QUE SEPAS QUE TU NOVELA ES EL ÚNICO LIBRO QUE ME HA GUSTADO LEERME. SIGUE ASÍ, PORQUE YO NO SÉ COMO LO HACES.

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  4. AMO ESTA NOVELA , ME ENCANTA *.* SIGUELA POR FAVOR , ME ESTOY MURIENDO POR SABER QUE PASARA <3 Siguela please , besitos <3

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  5. Siguela please, siguela, es hermosa :")

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  6. AHHHHHHHHHH NO ME PUEDES DEJAR CON ESTA INTRIGAAAAAAAA LA CURIOSIDAD ME ESTA MATANDOO JAJAJAJA es perfectiiiiisima la novela y escribes suuuuper bien, sigue la muuuuucho

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  7. Mi amor platónico, he muerto con tanta perfección.
    Sígue así cielo, sabes que tienes mi apoyo. M <3<3

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  8. AHHHHH Me encanta tu novela. Porgavor siguela pronto la intriga me mata y tu novela me alegra aun que tenga que ir a clases. No tardes en esvribir please tienes futuro de escritora siguela siguela pronto besos <3

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  9. Dioooos mioo no me puedes dejar asi porfavooor!! Esque es tan perfecta que la leeria una y otra vez, este capitulo ha sido fantastico ai diooos que pasara ahora aiaiaiiaiaia uff a estado genial! :)

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  10. Ridicula jajaja en mi mente resuena la palabra puta, puta, puta... claro es solo porque creo que Sam no tiene dignidad... o no le importa eso con tal de conseguir a Harry! de igual forma Harry es un culero sexy<3.

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    1. PD: Lo ridicula es dirigido a Sam, no a la escritora. ;)

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